COMO
UNA NOVELA
POR CARLOS E.
“El verbo leer no tolera el
imperativo” Con esta frase comienza Daniel Penniac su argumentación sobre la
lectura y el cómo nos relacionamos con los libros en la diferentes etapas de
nuestra vida. Para el autor la lectura no debe ser algo que se obligue a hacer,
si no algo que se invite a hacer, algo que se disfrute y que se llegue a amar.
La lectura es un derecho que
todos tenemos pero que pocos ejercemos; muchos lo ven como algo obligado, como
un castigo incluso. Dejemos de ver al libro como algo sagrado y que solo
corresponde leerlos a otros, como si no lo mereciéramos.
A lo largo de las páginas de
este libro se describe por qué muchos de los jóvenes de hoy en día no gustan de
leer, y el papel que en esto llevan los padres de familia y los maestros en la
aulas. El utilizar a la lectura como un castigo es la mejor manera de alejar a una
persona de ella, que no la quiera ver ni en pintura. La lectura debe ser
promovida no prohibida.
El autor comenta acerca de
diez derechos legítimos que tienen los lectores: el derecho de ojear un libro y
ver si es del gusto de la persona, el derecho de no terminar un libro y
dejarlo, el derecho de no leerlo si no es de su agrado. Leer debe ser un acto
de libertad, no una obligación ni un compromiso con nadie; es algo personal,
íntimo de cada persona.
Este texto es de suma
utilizada para los maestros, en él se encontraran diversos elementos, ideas y
estrategias para promover la lectura de una manera más adecuada y no
forzándola; buscando adquirir y
fortalecer el hábito lector.
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